Cuando Mercedes "copió" a los americanos: Los Heckflosse
Publicado: Jue Jul 12, 2018 10:32 pm
(Traducido y adaptado de www.heckflosse.nl)
Introducción
El “Heckflosse” (o “Cola de Aleta” en castellano) fue el vehículo encargado de consolidar y reforzar el renacimiento de la empresa luego de la retirada del Mercedes Ponton, a finales de la década de los 50 del pasado siglo.
Luego de renacer de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, la empresa germana produjo modelos emblemáticos para la historia automotriz tales como el Mercedes 300SL, el Mercedes 190SL y el Mercedes 300 Adenauer, y estaba lista para acometer su expansión, entrando en nuevos mercados (especialmente el lucrativo mercado norteamericano) y con nuevos modelos que incluyesen mejoras a nivel mecánico, de confort y de seguridad.
Asimismo, para ese momento ya había resurgido la imagen de prestigio que proyectaban los vehículos, desvinculándose de la sombría imagen que tuvo la industria alemana durante el nazismo y los primeros años de la postguerra.
Mercedes-Benz volvía a convertirse en el fabricante al que el resto de la industria automovilística mundial miraba con reverencia, sirviendo de modelo para el desarrollo de la misma.
Cerca de 973.000 Heckflossen fueron ensamblados durante un período de 9 años.
Introducción
El “Heckflosse” (o “Cola de Aleta” en castellano) fue el vehículo encargado de consolidar y reforzar el renacimiento de la empresa luego de la retirada del Mercedes Ponton, a finales de la década de los 50 del pasado siglo.
Luego de renacer de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, la empresa germana produjo modelos emblemáticos para la historia automotriz tales como el Mercedes 300SL, el Mercedes 190SL y el Mercedes 300 Adenauer, y estaba lista para acometer su expansión, entrando en nuevos mercados (especialmente el lucrativo mercado norteamericano) y con nuevos modelos que incluyesen mejoras a nivel mecánico, de confort y de seguridad.
Asimismo, para ese momento ya había resurgido la imagen de prestigio que proyectaban los vehículos, desvinculándose de la sombría imagen que tuvo la industria alemana durante el nazismo y los primeros años de la postguerra.
Mercedes-Benz volvía a convertirse en el fabricante al que el resto de la industria automovilística mundial miraba con reverencia, sirviendo de modelo para el desarrollo de la misma.
Cerca de 973.000 Heckflossen fueron ensamblados durante un período de 9 años.