Traducido, editado y adaptado desde http://www.mbzponton.org, http://www.daimler.com y otras fuentes
El Apocalipsis
Durante la Segunda Guerra Mundial, Daimler-Benz fue uno de los principales objetivos de los bombardeos realizados por la aviación aliada, dado que el fabricante automotriz estaba considerado como uno de los complejos industriales más importantes del Tercer Reich.
Imagen de 1939 de la planta de Daimler-Benz en Sildenfingen
Aunque durante la Primera Guerra Mundial tanto las fábricas de Daimler en Stuttgart como la de Benz en Mannheim (ambas predecesoras de Daimler-Benz AG) vieron afectada su producción pero sin sufrir daño físico en sus instalaciones, la empresa no corrió con la misma suerte en la segunda ocasión. En Septiembre de 1944, dos semanas continuas de ataques aéreos (tanto diurnos como nocturnos) destruyeron totalmente ambos complejos industriales, llevándose consigo más de 60 años de historia de Mercedes-Benz.
La fábrica de Sildenfingen luego de los bombardeos de Septiembre de 1944
La fábrica principal del grupo, en Stuttgart-Unterturkheim quedó destruída en más de un 70%. Los enormes talleres de motores de aviación y ensamblado de vehículos, situados a 20 kilómetros de los primeros, en Sindelfingen, fueron destruidos en un 85%. El 80% de la fábrica de camiones de Gaggenau fue reducida a escombros.
Adicionalmente, edificios históricos de la compañía tales como la sede original de "Benz und Cie” en Mannheim sufrieron daños menores, afectando al 20% de las instalaciones. Pero otros, tales como los talleres de Berlin-Marienfeld que adquirió Daimler en 1902 y que para la fecha se dedicaban a la construcción de motores diesel y de aviación, fueron totalmente destruidos por las bombas aliadas.
Edificio de Daimler-Benz en Sildenfingen, en 1945
El resto de la industria automotriz alemana no estaba en mejores condiciones. Otros productores de automóviles tales como Adler, BMW y Ford Alemania, antes y durante la guerra, dependían de suministros de acero prensado para carrocerías producidos por Ambi-Budd en Berlín. Sin embargo, dicho fabricante vio destruidas sus instalaciones bajo las bombas en 1943, y no pudo recuperar lo poco que quedó de ellas al estar en la zona de ocupación soviética (en lo que terminó convirtiéndose años después en la RDA, tras el “telón de acero”).
Ello provocó que el resto de la industria alemana de la automoción tuviera que construir plantas completamente nuevas para la producción de componentes de carrocería y su posterior ensamblado. Mercedes-Benz fue afortunada puesto que pudo recuperar tanto sus plantas como su propiedad, al encontrarse la mayoría de sus operaciones en las zonas de ocupación aliadas, en la futura RFA (Alemania Occidental).
Pero aún así, al finalizar el conflicto, sólo una mínima parte de lo que había sido Daimler-Benz AG había sobrevivido la guerra, quedando la empresa en una situación extremadamente precaria. El comité directivo del fabricante llegó a afirmar en un comunicado que “Daimler-Benz había dejado de existir en 1945”.