La vuelta al lujo: El Mercedes-Benz W187
Publicado: Mié Abr 29, 2020 4:45 pm
(tomado, traducido y adaptado de diversas fuentes, tales como: http://www.daimler.com, https://mercedes-benz-publicarchive.com, http://www.gentlemansgazette.com, http://www.hemmings.com. entre otras)
Introducción
Algunas de las señas de identidad del final de los años 40 y los años 50 fueron el estilo peculiar, la calidad de construcción y la elegancia intrínseca de los productos puestos a disposición del público. Ello dio un aura de “glamour” al periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Todo ello es resultado de los esfuerzos de reconstrucción e industrialización del mundo, especialmente luego de la debacle y reconversión industrial que resultó de la conflagración. Como parte de esa “vuelta a la normalidad” se quiso evocar el carisma y la sofisticación del periodo previo al conflicto, a la par que el sector productivo iba acelerando su industrialización.
Esto encajó con una afirmación hecha por el historiador James Truslow Adams en 1931, afirmó que:
James Truslow Adams
Si bien es cierto que Adams indicaba que ese ideal (al que dio el nombre de “El Sueño Americano”), no se limitaba “a un sueño de aumento de salarios y adquisición de automóviles”, en ese entorno, el objeto que representaba la quintaesencia del glamour, la sofisticación y la industrialización, y al mismo tiempo, permitía proyectar una imagen de modernidad y prosperidad, era precisamente el automóvil.
La imagen resultante del sueño americano: vivienda, automóvil nuevo, glamour. Para los curiosos, el coche es un Ford Custom Deluxe Fordor de 1951
Introducción
Algunas de las señas de identidad del final de los años 40 y los años 50 fueron el estilo peculiar, la calidad de construcción y la elegancia intrínseca de los productos puestos a disposición del público. Ello dio un aura de “glamour” al periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Todo ello es resultado de los esfuerzos de reconstrucción e industrialización del mundo, especialmente luego de la debacle y reconversión industrial que resultó de la conflagración. Como parte de esa “vuelta a la normalidad” se quiso evocar el carisma y la sofisticación del periodo previo al conflicto, a la par que el sector productivo iba acelerando su industrialización.
Esto encajó con una afirmación hecha por el historiador James Truslow Adams en 1931, afirmó que:
“La vida debería ser mejor y más rica y llena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o las circunstancias de las que proviene. (…) es un sueño de un nuevo orden social en el que cada hombre y/o mujer podría ser capaz de obtener la máxima estatura de la que fueran capaces de manera innata, y fueran reconocidos por otros por ello.”
James Truslow Adams
Si bien es cierto que Adams indicaba que ese ideal (al que dio el nombre de “El Sueño Americano”), no se limitaba “a un sueño de aumento de salarios y adquisición de automóviles”, en ese entorno, el objeto que representaba la quintaesencia del glamour, la sofisticación y la industrialización, y al mismo tiempo, permitía proyectar una imagen de modernidad y prosperidad, era precisamente el automóvil.
La imagen resultante del sueño americano: vivienda, automóvil nuevo, glamour. Para los curiosos, el coche es un Ford Custom Deluxe Fordor de 1951